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el factor dorsal

Ingrid

Ingrid

Cuando esa luz entró en la habitación, sus murales adquirieron una tonalidad diferente. Fue entonces cuando Manuela recordó ese momento a sus trece primorosos años, cuando detrás de las pistas de tenis del polideportivo besó por primera vez a Raúl. Después, Manuela recogió sus pinceles y puso un mensaje en el móvil a su novia, Ingrid, en el que decía: YA SALGO. BS
Se colgó la bandolera, cogió las llaves del cenicero recuerdo de Mahón y cerró la puerta después de ajustarse los vaqueros al culo.

5 comentarios

quint -

Nop, yo soy más de rubias de esas... vocacionalmente, claro

Anónimo -

la verdad es que no. No nos lo creemos, tu muy campestre no eres ¿no?

quint -

Pos será eso, como lo bucólico no os lo creéis, incrédulos...

zlicia -

lo de la felicidad es por imaginarte a Manuela y a Ingrid juntas???

quint -

Anda, no mabía fijao que era esta...