The yellow line. Epílogo.
Así eran las cosas porque así se lo habían enseñado. Mirar pero no tocar. Esa era la base. Ese era el concepto. Desear pero no consumar, avanzar, probar, mirar, avanzar un poco más, dejarse llevar incluso, llegar hasta la raya amarilla, rozarla con cuidado si quieres pero ni un paso más. Él lo sabía y además conocía el porqué de la ley, la compartía incluso. Mal acaba lo que mal empieza y él sabía que para cada cosa hay unos tiempos, unos procesos de maduración y enfriamiento del proceso anterior que no deben ser esquivados. La maldita raya amarilla. La invisible pero presente raya amarilla, la que se huele, la que se siente, la que se sube en tu hombro y te susurra en el momento en que la vas a ignorar. Lo malo, lo cruel de la raya amarilla, es que te deja ver más allá de sus fronteras, deja que la admires, te deja ver donde todo brilla, donde todo encaja bien. La raya debería ser definitiva, opaca, ocultadora de lo prohibido. Lo hace a mala leche. No se cuenta el dinero en casa del pobre. Lo que no se conoce no se desea. Puede que hasta te llamen desde el otro lado, puede que hasta tu espalda no esté mojada de verdad, que sólo sea el sudor de la ansiedad. ¿Y si cruzo sólo para llevarme lo que necesito? Lo cojo y vuelvo.
8 comentarios
big boiled -
un besote, hijos míos
Perrosalpoder -
Anónimo -
big boiled -
Pues hay que resistir, Uta...o no...yo que sé!!!
restituta -
De plástico...?.Bien,me parece bien.
Chau.Uta.
DUAL -
ENTRE HACER Y NO HACER, SIEMPRE HACER - DECÍA UN AMIGO MÍO QUE CONOCÍ EN LA TRENA. EL CAMPEÓN DE BOXEO DE VALDEMORO, MUY CONOCIDO Y ADMIRADO TAMBIEN EN CIENPOZUELOS, UN BUEN TÍO, SI SEÑOR.
UN SALUDO CAPULLO, A VER SI NOS VEMOS
big boiled -
Ah, y para los malintencionados (y pesaos y encima no escriben) que relacionan realidad (autor) con ficción (obra):
1. No estoy enamorao.
2. No estoy suicidao.
hala, a mam...
nosfe -