Eres la razón por la que vivo...solo
Llegó y se rompió la cabeza nada más llegar. Con el quicio de la puerta. Me echó la culpa a mí, pensó que eso no tenía que estar ahí, que eso sólo pasaba en las casas de los enanos, que las puertas no podían ser tan pequeñas y que le trajera hielo. Con el efecto de los cubitos en el moratón de la frente se agrió más su carácter y me dijo que no se podía alquilar una casa así, por las buenas, sin mirar bien las condiciones, sin que la vieran los que saben. Cuando le dije lo que pagaba y las condiciones del alquiler, los ojos abiertos y los labios cerrados me dijeron que le parecían razonables, no así los quicios de las puertas, que además eran blancos. Yo le dije que los pisos de alquiler siempre tienen alguna pega, ellos o la casera. Se sentó en el sofá y con cara compungida buscó en su bolso y sacó un calmante. Me pidió con urgencia un vaso de agua cuando ya se lo había metido en la boca y el deshecho empezaba a llegar a la lengua. Llegué ligero a la cocina, abrí el grifo y llené el vaso. Lo traje arriesgando derramarlo y se lo di cuando ella parecía no poder soportar el amargor. Con un seco y radical meneo de nuca consiguió la mezcla precisa y, tras respirar después del largo trago, me dijo que el agua estaba turbia, que ya eran dos pegas para el piso. Yo le dije que si la dejabas correr un poco se pasaba y ella me contestó que con la sequía no se podía hacer eso. Que no fuera irresponsable. Mientras ella miraba el techo con detalle, me fijé en una gota que resbalaba por el culo del vaso, hice intención de recogerla con el dedo, para no ser un irresponsable, pero ella giró la mano cuando algo en el rodapié llamó su atención. De una patada seca que me asustó un poco comprobó su consistencia y, bebiéndose de un golpe los restos de agua blanquecina, me dejó el vaso en la mano sin mirarme. Desde dentro de mi habitación me comentó a voces la gravedad de colgar posters y otras zarandajas de la pared, que por detrás se formaban ácaros. En el salón, de pie y con el vaso vacío sujeto por las dos manos, la escuché toquetearlos, agitarlos, incluso hacerles pequeñas rajas por intentar mirar por debajo. Después de un momento de sospechoso silencio en el que tragué varias veces salió decidida y esquivando esta vez. Cogió su bolso, me miró un par de segundos desde sus cientonoventa y cinco centímetros y se lo colgó del hombro derecho. Me dijo que por lo menos comiera bien y salió del piso semiagachada. Mi hermana lo intentó, llegó hasta a darle un cabezazo pero no consiguió sacarme de quicio.
12 comentarios
Anónimo -
Sí, sí, mi ombligo es lo más importante de mi vida... No os parece que soy guapo!! Baby, I´ll fuck your ass!!!
big boiled -
Red: cerdaco
cocco: una cheerleader con pelusas del ombligo!! enséñenos las bragas!!!
COCCO -
RED TOXIC -
Su obsesión por el polvo, es totalmente normal,no te preocupes, a mí también me pasa...
margerite -
big boiled -
nosfe -
big boiled -
Chica sexy -
Saludos.
big boiled -
Como los Plómez, Uta!!
La-Ruina -
restituta -
Chau,Uta.